Este vehículo presentaba la anomalía básica de fugas de aceite repartidas entre las tapas de distribución y las tapas de válvulas.
Estas pérdidas de aceite vienen determinadas por la pérdida de capacidad de las juntas de gomas que sellan tapas con motor.
La revisión en estos puntos de motor ha de ser anual y detectarla con antelación a que se produzca el degoteo, ya que ello provoca la caída de aceite en el colector de escape y el consiguiente olor a aceite quemado y humo blanco que se evacúa por las aletas posteriores.
En esta operación es habitual también sanear la tornillería de escape ya que con el tiempo puede presentar óxido evidente